Sede Social


"Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles". Salmo 126

Es importante iniciar este artículo con este salmo pues fue una ardua tarea la construcción de nuestra actual sede social. Aunque comenzamos con un local en la calle Virgen de los Dolores, sería en 1992 cuando se compró un solar en la antigua calle Marqués de Torrenueva, a Doña Concepción Rodríguez "Concha la de Eladio", otorgándole el primer pago el 5 de mayo de ese mismo año. Muchos fueron los esfuerzos y trabajos que hubo que hacerse para terminar de pagar el solar de la que sería nuestra futura casa Hermandad. El 30 de diciembre de ese mismo año se concluyó de abonar el pago a Concha la de Eladio, aunque para ello hubo que solicitar una cuota de 6.000 pesetas a algunos hermanos que con gusto se ofrecieron a ello. El resto del dinero, unas 800.000 pesetas las pusieron entre varios miembros de la junta de aquel entonces que presidía Francisco González Cabrera. Sería en enero de 1993 cuando se pudo lograr pagar las escrituras de nuestra futura casa hermandad por el precio de 16.000 pesetas.

Todos los hermanos somos los cimientos de nuestra hermandad, por ello no cabe duda que fueron los hermanos los que en el invierno de 1993 realizaron los cimientos de nuestra casa. El sumo esfuerzo dio su fruto y ascendió la cuantía de todos los gastos a 650.000 pesetas.

El verano de ese mismo la junta decidió instalar en los terrenos un chiringuito de verano para poder sacar algún dinero extra y así ayudar a la economía de la hermandad. Con la venta de las tejas de la antigua casa, se cobró unas 75.000 pesetas, y con ello y las numerosas ayudas de los hermanos, la idea del chiringuito se convirtió en una realidad. De esta manera la Hermandad Sacramental se convirtió en la precursora de terrazas de verano en nuestra localidad.

A finales de 1993 comenzó a realizarse toda la estructura y el esqueleto de la casa, gracias a la colaboración del herrero Jesús Cabrera, que siempre ha colaborado de forma desinteresada con nuestra Hermandad. La aportación de los materiales de las minas de Aznalcóllar abarató de forma importante el precio final de todo ello. Aún así, el chiringuito siempre se montaba todos los veranos, porque al final del año, se observó que ayudaba bastante al desahogo de la economía de la hermandad.

Ya en 1994 fue ultimándose algunos detalles del interior de la casa, como cuartos de baños, las losas de la pavimentación de la casa, la escayola para los techos... que todo fue regalo de muchos hermanos que colaboraron de forma desinteresada para que este sueño de locos se hiciera una realidad.

Finalmente el 23 de noviembre de 1998 fue inaugurada la casa coincidiendo con el encuentro nacional de hermandades de Virgen de los Dolores, que se celebraba en Gines. Al acto de bendición de la casa acudió el Señor Arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo siendo Hermano Mayor Juan Emilio Fernández Montiel. Pero lo más importante fue la visita de Nuestra Señora de los Dolores a la casa para su inauguración, la cual entró como una Dama de blanco bajo su paso de palio y en un ambiente festivo y glorioso que recordaremos para siempre.